Santa Pola es el punto más cercano de la Península a Tabarca, única isla habitada de la Comunidad Valenciana, situada a t an sólo 3 millas del Cabo de Santa Pola. Con una longitud aproximada de 1.800 metros y una anchura máxima de unos 400 metros más que una isla se trata de un pequeño archipiélago compuesto por Tabarca, islote de La Cantera, La Galera y la Nao.
Tabarca es un lugar único que atrapa con su historia, haciéndonos recordar que inspiró a artistas y atrajo a piratas. De hecho, para acabar con la piratería, la isla fue fortificada y poblada por habitantes de la isla de Tabarqah (Tabarka) situada en Túnez. De esta época (s. XVIII) quedan las murallas, las puertas de San Gabriel, San Miguel y San Rafael, la torre defensiva de San José, la Casa del Gobernador y la Iglesia. En el extremo oriental de la isla se encuentra el faro, del s. XIX.
Siguiendo los planteamientos urbanísticos del siglo XVIII, se edificó una ciudad como una maqueta perfecta, rodeada de impresionantes murallas, muy bien conservadas en su mayoría, y con acceso a través de tres grandes portadas: la puerta de San Rafael, que queda al lado de Levante; la de San Gabriel, mirando a poniente, y la puerta de San Miguel, con vistas a la ciudad de Alicante, que desemboca en un acantilado bajo de roca redondeada llamado por los lugareños «El Puerto Viejo». Pero lo que más llama la atención al visitante, por su monumentalidad, es la Iglesia de estilo barroco, que resalta sobre el perfil de la isla.
Otro edificio histórico es la antigua Casa del Gobernador. Una construcción en la que resaltan los detalles de la vivienda original, conservando arcos y muros. Los solitarios meses de invierno ofrecen la posibilidad de integrarse más en la vida cotidiana de la isla, alterada durante el verano por la gran afluencia de turismo.
Es además un auténtico paraíso marino (reconociéndose en 1986 como la primera reserva marina del país) de aguas cristalinas y espectacular fauna y flora que hará las delicias de los amantes del buceo. La línea de la costa es recortada, formada por pequeños acantilados de escasos metros de altura, con playas de cantos rodados y una única playa de arena con aguas transparentes.
A pesar de la pequeña extensión de la Isla de Tabarca, no hay tiempo para el aburrimiento. Un recorrido por el campo permite contemplar el Torreón de San José y el antiguo faro, hoy restaurado para albergar un interesante laboratorio biológico que sirve de base a la Reserva Marina. Continuando con el paseo encontramos el pequeño cementerio, desde donde se divisa el islote de la Nao, concurrido refugio de la notoria comunidad de gaviotas que habita en Tabarca. Si el calor aprieta, vale la pena bajar a tomar un baño a alguna de las muchas calas empedradas que forman la costa, ideales para disfrutar del aislamiento. Y cómo no, unas simples gafas de bucear nos abren un incomparable paisaje submarino, plagado de distintas especies.
En verano cualquier deporte naútico tiene cabida en Tabarca, su situación facilita la práctica de la vela, el windsurf o el sencillo paseo en barca por los fantásticos islotes que la rodean. Durante el invierno, la isla presenta un panorama solitario y tranquilo, ideal para largos paseos por el campo. Cambia completamente su aspecto en primavera, desprendiendo un aroma que el visitante no olvidará nunca. La reducida población que habita la isla en esa temporada invita a la tertulia en los bares que permanecen abiertos.
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Cómo llegar a Tabarca desde Santa Pola
El puerto más cercano para ir a Tabarca es Santa Pola y es desde allí desde donde más barcos salen hacia la isla. Existen varias compañías que cubren el trayecto, tanto en catamarán como en lancha rápida, y tienen muchas frecuencias diarias. En verano salen barcos aproximadamente cada media hora y la duración es de unos 25 minutos en catamarán y algo menos en lancha rápida.
Los pasajes del barco cuestan 10 euros por persona ida y vuelta mientras que la lancha rápida tiene un precio de 15 euros. Se pueden comprar en el puerto, frente al lugar de salida de los barcos, aunque si no quieres hacer cola al sol también puedes adquirirla online previamente.
¿Pasarás unos días allí? No te pierdas mi post sobre qué hacer en Santa Pola.
Cómo llegar a Tabarca desde Alicante
Si vas a viajar sola a Alicante ciudad, entonces quizá te interese ir a Tabarca desde allí. En este caso no hay servicios de lancha rápida como desde Santa Pola, pero sí un barco catamarán con varias frecuencias diarias. Las salidas son por la mañana y, la vuelta, por las tardes.
El barco sale desde el puerto de Alicante y tiene un precio de 20 euros ida y vuelta, pues el trayecto es más largo que desde Santa Pola. También puedes comprarlo in situ, pero debido a que hay menos frecuencias y solo una empresa que realiza el recorrido, te recomiendo reservar el viaje online previamente.
Cómo llegar a Tabarca desde Torrevieja
Otra opción para ir a Tabarca es viajar desde Torrevieja. Éste es uno de los destinos costeros más turísticos de la provincia de Alicante y, aunque se encuentra algo más lejos que Santa Pola o Alicante, aún está relativamente cerca para poder hacer una excursión de un día hasta la isla. El barco sale por la mañana desde el puerto de Torrevieja y tarda aproximadamente una hora. La vuelta se realiza por la tarde y el precio de los dos viajes es de 24 euros.
Cómo llegar a Tabarca desde Benidorm
Por último, también puedes llegar a Tabarca en barco desde Benidorm. En este caso la isla queda más lejos, por lo que el viaje es más largo y también más caro. El ticket cuesta 35 euros, saliendo por la mañana y volviendo por la tarde. También tienes que tener en cuenta que solo hay una frecuencia al día los fines de semana.
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Para disfrutar de la isla de Tabarca lo mejor es visitarla en verano. De esta manera podrás disfrutar de sus playas y el mar, aunque también tiene un inconveniente. La isla ha vivido un boom en los últimos años y cada vez más personas se animan a visitarla. Por ello, en verano puede llegar a estar bastante masificada, sobre todo en las horas centrales del día, por lo que debes tenerlo en cuenta en todos los sentidos (tener sitio en el barco, reservar en un restaurante, encontrar hueco en la playa…).
Si te gusta más la tranquilidad, entonces te recomiendo visitar Tabarca fuera de las semanas centrales del verano. Por ejemplo, junio o septiembre son meses más tranquilos que julio o agosto. Y si no te gusta el mar pero quieres dar un paseo por sus calles y murallas, entonces lo mejor es ir en cualquier otro momento del año.
Si lo que de verdad buscáis es desconectar... podéis visitar la isla en invierno y disfrutar de sus soleadas playas, agradables paseos por el campo, sus murallas o visitar las mazmorras, el torreón, la iglesias y el resto de lugares de interés de la isla.
Eso sí, revisa bien los horarios de los barcos, porque fuera de la temporada alta puede haber menos frecuencias.
Tabarca, Paraje Starlight (Lugar privilegiado para ver las estrellas también en invierno)
La isla de Tabarca fue la primera reserva marina de interés pesquero que se declaró en España. Ahora, suma a este título la mencionada declaración de ‘Paraje Starlight’, con la que se reconoce la calidad del cielo para la observación de estrellas, pero también se adquiere el compromiso de preservarlo de forma sostenible.
El punto elegido para la observación es el llamado ‘Punta Falcón’, que está en el extremo este de la isla, desde donde es posible ver todas las constelaciones. En verano, se puede disfrutar de Cisne, Águila, Escorpio, Lyra y Sagitario; y en invierno, Orión, Géminis, Auriga y Tauro. Así pues, el objetivo es crear paquetes turísticos para la observación y que incluyan trasporte y alojamiento en la isla. También se quieren crear diferentes actividades culturales y educativas para acercar la astronomía a todos los públicos.
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